En Academia Unilang Santander, nos desplazamos hasta Bilbao para enseñarte la mejor ruta para visitar Bilbao en un día. Sabemos que visitar una ciudad en un día es algo complejo, sobre todo para una ciudad tan enriquecedora como Bilbao. Pero te proporcionamos un pequeño itinerario de cosas que no deberías de perderte si vas a visitar Bilbao en un día.
Por la mañana: Casco Viejo
El itinerario de qué ver en Bilbao en un día comienza a primera hora de la mañana con un tradicional desayuno de bollo de mantequilla en Don Manuel, El Tilo de Mami Lou o Basquery. Todos estos son lugares icónicos donde podemos asegurarte que comenzarás bien el día. Después dirígete ala Iglesia de San Antón, la más antigua y querida por los bilbaínos. Esta iglesia gótica situada a orillas de la ría, forma junto al Puente de San Antón, una de las estampas más bonitas de la ciudad. Entramos en el casco histórico, o Casco Viejo, por la calle Bidebarrieta para visitar la Biblioteca de Bidebarrieta.
Salimos del pórtico después de visitar la catedral y entramos en las ‘Siete Calles’: Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrenkale y Barrenkale Barrena, aquí nació Bilbao. Paseamos dejándonos desorientar entre callejuelas y fachadas de la ciudad, cantones, comercios y vecinos.
Desde su fundación, Bilbao ha sido el gran eje comercial y referente de Bizkaia, y estas sinuosas calles han sido continuamente el epicentro del comercio. Una ciudad para disfrutar tanto de las cosas grandes como de las pequeñas es Bilbao, desde sus pequeños bares hasta sus magníficos museos. Cualquier calle o plaza tendrá el ambiente bilbaíno, con su gente riendo y su comida oliendo bien.
Las Siete Calles nos conducen a la Ribera, para entrar en otro Bilbao, Bilbao la Vieja, que es tan antiguo como el Casco Viejo pero tiene una historia diferente y unos habitantes diferentes, debemos cruzar el puente peatonal conocido como Puente de la Ribera que cruza el río Ibaizabal. Desde aquí seguimos por la calle Ronda donde podemos ver una emblemática muralla medieval que rodeaba el casco antiguo, para después pasar por delante de la iglesia barroca de los Santos Juanes, la Plaza Miguel de Unamuno, con su famosa Calzada de Mallona que conduce a la Basílica de Begoña, y la calle Sombrerería, hasta llegar a la popular Plaza Nueva. Esta plaza es conocida por sus bares de pintxos donde aprovecharemos para descansar y disfrutar de la gastronomía bilbaína.
Por la tarde: Guggenheim
Tras los pintxos te recomendamos visitar el Teatro Arriaga un edificio neobarroco de finales del siglo XIX. Desde aquí puedes dar un paseo por la famosa Ría de Bilbao, también conocida como ría del Nervión o del Ibaizábal. En el paseo podrás disfrutar de las magníficas vistas y cruzar el Puente Zubizuri hasta llegar al preciado Museo Guggenheim, una de las obras maestras de arte moderno del arquitecto Frank Gehry, donde destaca sus sorprendentes formas y acabados del edificio. te recomiendo que si dispones de tiempo entres a ver las exposiciones que te aseguro no te defraudaran. Después de la visita, sobre el Guggenheim esta la famosa escultura del Puppy, un perro cubierto de flores frescas.
Atravesamos Ledesma y sus bares para llegar a la Gran Vía, vía principal de la ciudad, por la Alameda Mazarredo. Estamos rodeados de comercios, pero los grandes bancos también ocupan espacio porque algunos de ellos se fundaron en Bilbao. De ahí llegamos a la Plaza Moya por el Palacio Foral, sede administrativa de la Diputación Foral de Bizkaia.
Esta plaza, que sirve de eje de la Gran Vía, está enmarcada por «Los fosteritos», que son las marquesinas de acero y vidrio que sirven de entrada a las bocas del metro de Bilbao y que llaman la atención. Nos acercamos a su fuente para poder contemplar los rayos que allí confluyen. Todo en uno: la ciudad y la montaña, lo viejo y lo nuevo. El Puente de la Salve, uno de los símbolos de la ciudad, está a la vista mientras recorremos la Alameda Recalde hacia el nuevo arco rojo que marca su conclusión.
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